

Maiala es una puesta de sol, el primer baño del año en el mar… y el último. Es el sonido de las olas, o el de una caracola cuando estás lejos de la playa. Prueba a pronunciar Maiala ahora.
También es cuando vas a alguna montaña y, de pronto, notas que puedes respirar, pero de verdad, a pulmón lleno. O cuando miras las estrellas desde algún lugar sin contaminación.
Maiala es esa tarde con amigas, en las que algunas siempre eligen la risa y otras esos mini dramitas diarios pero nosotras las queremos igual. Porque son nuestro yin y yang.
También es esa sensación de haber cumplido un objetivo, una meta. Esa pequeña ola de calor que sale del pecho e irradia tu cuerpo en solo unos segundos cuando haces algo bueno por los demás y te sientes plena.
Maila es pararte a pensar cuando la cagas, no para entristecerse si no para levantar la cabeza. Porque, a problemas… soluciones.
Porque, también son esas flores que crecen en cualquier grieta, más fuertes y con más ganas.
Es alegrarse por las alegrías ajenas. Es la sororidad entre mujeres.
Maiala eres tú, que todavía no lo sabes pero haces este sueño posible. ¿Qué tal te suena ahora Maiala?